Se generaliza el déficit hídrico
El mes de enero, con sus características, ha provocado que semana tras semana los excesos de humedad del suelo que abundaban en el final de 2012, hoy hayan desaparecido prácticamente en su totalidad. Durante la semana se presentaron algunas precipitaciones escasas y dispersas, y temperaturas muy elevadas en toda la región GEA. Los acumulados más importantes se observaron en el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe, con núcleo en dos localidades, Rojas, donde se registraron 19,6 mm y Bigand, con un acumulado semanal de 13,6 mm. En el resto de la región no se produjeron precipitaciones en los últimos 7 días.
Analizando las marcas térmicas máximas, podemos ver que fueron muy elevadas a lo largo de la semana, principalmente hacia el final del período. Las temperaturas más altas se registraron sobre la provincia de Córdoba, con un máximo en la localidad de Idiazabal, de 38,6°C. En promedio, en la región, los valores estuvieron entre 33 y 36°C, continuando con las elevadas temperaturas de la semana pasada, por encima de los parámetros típicos para la época. Con las condiciones presentadas, y haciendo el balance entre las pobres precipitaciones ocurridas y la alta evapotranspiración, se observa un detrimento muy importante de las reservas hídricas, y muchas zonas presentan un principio de sequía.
Los lotes de soja de siembras tempranas pudieron sobrellevar la falta de agua, principalmente por provenir de un diciembre muy llovedor, con una recarga del perfil importante y un desarrollo radicular que permitió que sigan consumiendo agua de estratos de suelo inferiores. A causa de esto, el estado de estos lotes es muy bueno, aunque con marcada necesidad de agua en el corto plazo, ya que están atravesando el llenado de granos, y el balance hídrico fue altamente negativo en las últimas semanas.
Los lotes de soja de segunda, y las sembradas tardíamente en enero, son las que están más comprometidas por la desecación del suelo, observándose en algunos casos pérdida de plantas y acuciante necesidad de lluvias, a lo que se suma una presión de plagas importante.
Del mismo modo los maíces sembrados en fecha están en muy buen estado, ya que atravesaron las etapas más sensibles para el cultivo sin restricciones de humedad y contaron con un sistema radicular bien desarrollado, lo que les permitió captar reservas a mayor profundidad en el perfil del suelo en los momentos de escasez de agua, aunque actualmente sería favorable una lluvia en el corto plazo para cerrar el llenado de granos. Los maíces sembrados tarde, sobre todo en enero, se observan muy afectados por la necesidad de agua, al igual que la soja tardía.