La demanda de silos bolsa subiría un 15% en Córdoba
Según los proveedores, los rendimientos del maíz y el clima al momento de la cosecha serán gravitantes y crecería la venta ante la falta de infraestructura para almacenar tanto grano.
Las expectativas por una supercosecha están latentes y las estimaciones más optimistas hablan de un 30 por ciento por encima de la buena campaña registrada en 2010/2011. Esto se traduce directamente en mayores ventas ante la falta de infraestructura de almacenamiento para tanto grano. Pero hasta que no se siembren las últimas hectáreas y los cultivos comiencen a dar señales firmes, nadie quiere cantar victoria, según publicó el diario cordobés La Voz del Interior. El cuadro es bastante particular. Después de un ciclo con una dura sequía, había mucha expectativa por una campaña 2012/2013 que empezaba muy bien desde lo climático. Con las primeras precipitaciones hubo una manifiesta demanda, que después se fue quedando de a poco bajo los campos anegados por los excesos hídricos. En los últimos días, con el panorama climático casi normalizado y una zona importante con buenas condiciones para la siembra, las expectativas a futuro mejoraron en términos generales, al menos en relación con la última campaña. En esto coinciden algunos de los referentes del sector, sobre las perspectivas para la que está en marcha. Los fabricantes de bolsas saben que la infraestructura que hoy existe en el país no está en condiciones para acumular una cosecha de 100 millones de toneladas, como se espera. Esa capacidad física instalada puede llegar a cubrir a los sumo el 60 por ciento o menos. Aunque reconocen que todavía es muy temprano para hacer este tipo de proyecciones, estiman vender entre 300 mil y 400 mil bolsas en el mercado interno. Un dato que modera los cálculos es que las perspectivas de una supercosecha no son tales por ahora. El 80 por ciento de las bolsas se venden en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, y desde el sector entienden que las estimaciones de cosecha bajaron y afectan la proyección del negocio. Sin embargo, comparado con 2011/2012, se notará un incremento. “Esperamos un crecimiento en la demanda de un 12 al 15 por ciento”, dijo Luis López, gerente comercial de Punto Agro, fabricantes de la bolsa Máxima. “Para esta época se realizan las ventas de precampaña, que se dan en regiones de trabajo de silo de picado. En relación con el año pasado, venimos con el mismo número, lo que es una buena venta”, agregó desde la planta en Villa María. Pablo Seniow, del departamento comercial de Ipesa, el mayor fabricante de silos bolsa del país, remarca el rol que cumple este insumo a partir de que no están dadas las condiciones de almacenaje, logística y portuarias para recibir un gran volumen de cosecha. Previsores. “Vemos que todas las empresas grandes ya tomaron posiciones sobre la cantidad de bolsas a demandar y se está notando con la proximidad de la cosecha fina, especialmente en la provincia de Buenos Aires. En la medida que se empiecen a afianzar los lotes de maíz sembrados temprano, esa demanda se va a hacer constante”, opinó. Más allá de las estimaciones de cada uno, los fabricantes saben que todo el excedente de las instalaciones fijas irá a las bolsa “porque no hay acopio que pueda aguantar” una buena cosecha, asegura Guillermo Lardíes, de Plastar, el segundo gran proveedor nacional, que tiene su planta en San Luis. Agrega un elemento que entiende contribuirá a subir la demanda: “El exceso de agua dejó muchas dificultades en los caminos y si llega a haber mucha lluvia a cosecha, habrá que almacenar en el campo. Se podrá entrar con camionetas y cosechadoras, pero no con camiones pesados. El grano deberá quedar en el campo varios meses”, vaticinó. Hay productores que ya comenzaron a hacer stock de bolsas, pensando en el efecto desborde que se produce ante la insuficiencia de las plantas de acopio. Pero el ritmo de venta es bastante irregular. “Veníamos mal hasta mitad de año con la sequía. Después empezó a llover y a activarse todo. Y la gente empezó a tener más esperanza. Pero con muchas lluvias entre septiembre y octubre, con excesos, se frenó un poco hasta saber cuántos campos se iban a poder sembrar. Ahora se está viendo que el agua escurre bastante rápido”, describió Lardíes. Indicó que están en marcha con la fabricación de bolsas apuntando al pico de demanda, que será entre marzo y mayo, con la cosecha definida. Y opinó también que Córdoba tendrá una campaña excepcional, pensando principalmente en la zona núcleo. Uno de los factores para definir la demanda será el maíz, cuyo rendimiento por superficie es determinante en el consumo de bolsas. No se pudo sembrar todo lo que se preveía en fecha temprana, por lo que la siembra de segunda será definitoria. Dependerá de cuánto maíz se haga para inclinar la balanza. Sobre todo en las zonas donde no hay gran infraestructura y la bolsa es la única herramienta que permite cosechar en tiempo y forma. En el norte provincial no hacen muchos cálculos. Desde Córdoba hacia Jesús María, el avance de la siembra gruesa es del 30 por ciento, y el resto casi nulo. “Para nuestra zona es muy temprano hablar. A la tan mentada cosecha récord todavía no la vemos. La gente no está pensando en silos bolsa, sino en que llueva para poder sembrar y tener una buena campaña”, advirtió Pablo Novaira, presidente de Novagro, distribuidora con base en Sinsacate. Luis López (Puntoagro). “Esperamos un crecimiento en la demanda de un 12 al 15 por ciento. Para esta época se realizan las ventas de precampaña, que se dan en regiones de trabajo de silo de picado. En relación con el año pasado, venimos con el mismo número, lo que es una buena venta”, opinó el proveedor. Pablo Seniow (Ipesa). “En la medida en que se empiecen a afianzar los lotes de maíz, la demanda va a ser constante. Vemos que todas las empresas grandes ya tomaron posiciones sobre la cantidad de bolsas a demandar y se está notando con la proximidad de la cosecha fina”. G. Lardíes (Plastar). “El exceso de agua dejó muchas dificultades en los caminos y si llega a haber mucha lluvia a cosecha, habrá que almacenar en el campo. Se podrá entrar con camionetas y cosechadoras, pero no con camiones pesados. El grano deberá quedar en el campo varios meses”.