Por ataque de Trips, recomiendan prevenir con tratamiento de semillas

Desde el INTA Pergamino indicaron que es casi seguro el ataque de Trips en alfalfas y pasturas en la actual campaña, por lo que recomiendan prevenir con tratamientos de semillas para evitar que un alto impacto de daño condicione el primer desarrollo de las plantas y su evolución en años posteriores.

Por ataque de Trips, recomiendan prevenir con tratamiento de semillas

Los Trips suelen dejar muchos "rodeos pelados", a la vez que reducen la densidad fuera de los rodeos por muerte de plántulas recién emergidas. Estos rodeos pelados, y la despareja disminución de la densidad, no se soluciona sembrando más kgs de semillas, ya que los infinitos pequeños y grandes "baches" en el lote serán cubiertos por malezas, lo cual se traducirá en una menor  menor vida útil del forraje perenne y drástica reducción de la producción global del cultivo.

Desde el Instituto explicaron que en caso de arrancar con una mala producción inicial del cultivo por culpa de estos insectos, habrá mucho menor producción de pasto en el primer año y a su vez la duración de la pastura será mucho más corta. La menor cantidad de "alimento forrajero" producido por ciclo, y la menor cantidad de ciclos de forraje por culpa de Trips, a la postre se traducirá, indirectamente, en una menor rentabilidad y producción de carne o leche. Además, se indicó que aunque la semilla ya venga tratada con un insecticida, es necesario verificar después de la emergencia si hay desarrollo de poblaciones de trips o no, lo que permitirá confiar en el producto, y sobre todo, en la dosis utilizada que conlleva. Daños y detección oportuna del problema  La presencia de Trips pone en serio riesgo la implantación de tréboles y alfalfa al producir muerte de plántulas en sus primeros estados de desarrollo. Las consecuencias son la resiembra en casos de altas poblaciones del insecto o, peor aún, la menor producción y duración de la forrajera perenne por haber diezmado su densidad. La densidad del forraje no solo disminuye sino que, quizás en muchos casos sea lo principal, ésta se torna muy despareja, con grandes baches sin la especie forrajera. Estos espacios o baches sí serán cubiertos por las malezas, reduciendo la producción y la duración de la especie perenne. Los daños responden a la característica general de los Trips, debido a la particularidad de su aparato bucal. Este consiste en estiletes que los usan para raspar el tejido epitelial, haciendo aflorar jugos del vegetal que posteriormente succionan para alimentarse. Producto de estas raspaduras se producen finas "cicatrices" blanquecinas, que al aumentar en cantidad hacen variar el color verde de los folíolos y/o cotiledones tornando a una coloración plomiza, cenicienta o plateada. Si bien los daños son producidos sobre toda la superficie foliar, en el caso de las leguminosas generalmente hay una mayor concentración alrededor de la nervadura central de los folíolos. Esta sintomatología le da al cultivo una apariencia plateada, la cual puede apreciarse desde lejos, sobre todo cuando se da la presencia de una alta población de individuos. Resulta muy difícil contar a los Trips y/o capturarlos porque poseen una gran movilidad, y sobremanera por los saltos que realizan los adultos cuando se disturba su ambiente. No existen umbrales de acción ya que normalmente se presentan en altas cantidades y de manera generalizada durante los primeros estados vegetativos de las forrajeras, fundamentalmente después de la emergencia, cuando producen graves consecuencias. Más allá de las características de coloración tanto del insecto como de las pequeñas plántulas dañadas, la identificación del problema se complementa con la sintomatología del vegetal en cuanto a la pérdida del vigor y detención del crecimiento de la pequeña plántula. Ello da una apariencia general y muy evidente de que el cultivo "no arranca" ó "no progresa". Los cotiledones afectados, además de adoptar la coloración plateada, toman apariencia coriácea y brillosa. Sin embargo, y ésto es quizás lo que más debiera tenerse presente, es que el principal impacto de los Trips se produce ni bien está emergiendo la alfalfa y el trébol. Ese fino y delicado "pelito" de textura suculenta, o sea tierno y muy susceptible a los daños de trips, cuando es afectado por estos insectos no da tiempo para la observación de los síntomas descriptos. Es más, podríamos señalar que en un par de días "no quedará rastro" de la pequeñísima y tierna plántula de unos pocos milímetros de desarrollo. Por lo tanto, después del marcado de los surcos (aparición de finas líneas verdes sobre el suelo producto del inicio de la emergencia en el lote, a través de una visión macro del mismo), normalmente el productor se confía en el buen comienzo de la emergencia en la forrajera, pero cuando regresa al lote tiempo después nota que el paisaje es totalmente distinto al que había empezado a ver, encontrándose frente a una situación un tanto inexplicable. Todo quedará entonces, en: "me pareció que había nacido bien"... Es por ello que, en Alfalfa y Tréboles, el ataque de los Trips al estado cotiledonal o primeros estados en el establecimiento de estas forrajeras es considerado muy grave porque el daño suele terminar con la muerte de las pequeñas plántulas, diezmando su densidad. Lotes en emergencia con Trips en la mayoría de las plántulas pueden terminar con la desaparición de la especie cultivada, y otros con innumerables manchones o rodeos "vacíos" como consecuencia de una mayor concentración de Trips en los mismos.