Factores a considerar para lograr un ensilado de calidad

El ensilado es un proceso, y como tal, debe prestarse atención a cada etapa del mismo. Estas comprenden: cultivo, confección, conservación y suministro. Repasamos en este informe los factores esenciales para lograr un buen silo.

Factores a considerar para lograr un ensilado de calidad

Apoyados en el Manual Práctico de Lactosilo, desarrollado por el ingeniero Guillermo Piñeiro con apoyos del Inta y universidades, se repasan factores esenciales para lograr un buen silo (es de destacar que en esta oportunidad no abordaremos la etapa de suministro, que reflejaremos en informes posteriores).

Cabe destacar que las etapas mencionadas tienen puntos críticos y decisiones de bajo o nulo costo y alto impacto, como por ejemplo: momento óptimo de picado, tamaño de picado, altura de corte, uso de inoculantes, dimensionamiento del silo.

Estas decisiones tienen la particularidad de que se toman en un momento del año y repercuten sobre todo el período en el cual se utilice este alimento.

Dentro del proceso de ensilado debemos poner especial atención y comprender qué sucede una vez que se pica y compacta el forraje en los silos puente o embolsado: aquí estamos generando un proceso químico y biológico que se produce en anaerobiosis. Para que el mismo se realice correctamente, es necesario que los tejidos vegetales posean suficientes azúcares fermentables.

De este proceso se desprenden ácidos orgánicos que serán los responsables de conservar el forraje hasta el momento desu utilización, siempre y cuando se mantenga la anaerobiosis. Este es un proceso natural, y una forma práctica de medir el mismo es la determinación del pH. Este parámetro es un indicador de la correcta o incorrecta conservación del ensilado.  Un buen silo debe lograr un pH de 3,8 a 4,2 en las primeras 48 horas de cerrado el silo.

El cultivo, la clave para empezar bien El productor decide qué cultivo realizar en función de su sistema productivo y su presupuestación forrajera.  Aquí podríamos decir que comienza el “Circuito del Forraje” para, finalmente, convertirse en leche o carne.

El comienzo de ese Circuito, se da en la siembra y, simultáneamente, en el contacto con su contratista ensilador de confianza para programar las características óptimas de ensilado, por ejemplo, fecha de siembra. En general podríamos decir que esta etapa de siembra está habitualmente bien lograda en la República Argentina, y es común ver muy buenos cultivos; por ende el principal desafío es conservar esa calidad y cantidad hasta el momento de suministro a los animales.

Cuando nos referimos al cultivo, es importante destacar que el ensilado nos permitirá, a lo sumo mantener la calidad del cultivo en cuestión. En la medida que no tomemos decisiones correctas la calidad de este cultivo se deteriorará y como consecuencia, el costo por tonelada de materia seca digestible de esta reserva aumentará.

Por ejemplo, un cultivo de maíz que rinde 35  toneladas de materia verde por hectárea (tn MV/ha) con un 32% de materia seca (MS), nos dará 11,2 toneladas de materia seca por hectárea (tn. MS/ha), pero si consideramos que la digestibilidad de un cultivo de maíz al momento de picado es del 69% y el promedio de digestibilidad de relevamientos realizados por Inta Rafaela en ensilados es del 62%, tenemos una diferencia de 790 kilos de materia seca digestible que no se convertirán en carne o leche, y que se pagaron al momento de iniciar el cultivo y confeccionar el ensilado, por lo tanto, en la medida que no conservemos correctamente nuestro cultivo, nuestro costo inevitablemente aumentará.

Otro punto de importancia es el rendimiento de MV del cultivo, ya que no debemos olvidar que a medida que un cultivo aumenta su rendimiento, el costo por tonelada de MV/ha ensilada desciende.

Maíz no es alfalfa Si bien el título resulta una obviedad, muchas veces a campo no es tan así, y en varias ocasiones una mala decisión puede hacer fracasar la tecnología de ensilado. Aquí el aspecto clave a tener en cuenta es la naturaleza del cultivo. Nos referimos a que es muy diferente ensilar cultivos como verdeos de invierno, alfalfa, soja, girasol, etc. Estos cultivos poseen dos aspectos a tener en cuenta cuando los conservamos bajo la forma de ensilados.

Uno de los aspectos a considerar es el bajo contenido de materia seca de los mismos, en el momento óptimo de corte. Para una correcta conservación bajo la forma de ensilado, el tenor de materia seca del cultivo debería ser mayor al 25-30%, para lo cual debemos lograr disminuir esta alta humedad del cultivo en pie.

En la actualidad, se realiza un proceso de presecado o corte y preoreo del cultivo hasta lograr este valor de materia seca.

Aquí es importante destacar que esta medición no debe ser subjetiva, sino todo lo contrario; debe medirse con elementos que nos den una medición concreta, por ejemplo, humedímetros.

Momento de Picado Es importante destacar que en cada sistema de producción, el tipo de reserva seleccionada juega un rol específico y debería cumplir con un objetivo determinado.

Esto significa que de acuerdo al objetivo de uso o tipo de dieta, el productor junto a su asesor, puede definir un momento diferente al planteo clásico.

Una pregunta frecuente es ¿en qué momento debo ensilar? Para definirlo, debemos conjugar el conocimiento de los ciclos de cada cultivo, con la programación de quién confeccionará el ensilado, para lograr conservar el cultivo en su punto de máxima calidad.

En el cuadro siguiente se presentan los momentos más adecuados de ensilado para cada cultivo desde el punto de vista de su calidad nutricional.

Altura de Corte Respecto a la altura que se debe cortar el cultivo, las consideraciones que tenemos en cuenta son principalmente para maíces y sorgos, en donde el aumento en la altura de corte permitirá  incrementar la relación de espiga o panoja en la masa ensilada, permitiendo aumentar la digestibilidad de la misma.

Este hecho se basa en que la digestibilidad de la caña es aproximadamente del 50% y la de la espiga, de más del 80%.

La digestibilidad in vitro de la  materia seca (DIVMS) mejora cuando se pasa de 15 cm a 30 cm o 50 cm. En cultivos demasiado secos, este hecho cobra vital importancia ya que estaremos dejando en el lote la parte más indigestible de la planta, además de microorganismos como bacterias y esporas de hongos, potencialmente dañinos para el ensilado.

Tamaño de Picado Si consideramos que el ensilado se realiza en su mejor momento de picado y contenido adecuado de materia seca, el tamaño aconsejado por Inta Rafaela debe estar entre un 5% y 10% de partículas mayores a 2 cm, entre 40% y 50% de partículas entre 0,8 cm y 2 cm y el resto, menores a 0.8 cm. A su vez, estos tamaños permitirán una correcta compactación y eliminación del oxígeno.

La importancia de este aspecto se explica en un correcto funcionamiento ruminal del animal al ingerir estos ensilados. Con las picadoras modernas es muy sencillo modificar el tamaño de picado y no implica costo alguno.  En el caso particular de cultivos demasiado secos, se tiende a disminuir el tamaño de picado para favorecer el correcto compactado.

Partición de Granos Aquí es importante destacar que el elemento adecuado para partir el grano en el caso de maíz, es el partidor de granos (“Corn Craker”) y no la reducción del tamaño picado.

En este caso, es de suma importancia que el grano en el ensilado esté al menos lastimado o aplastado, de lo contrario estos granos aparecerán enteros en las heces de los animales, perdiéndose el almidón contenido en los mismos. Cabe destacar que la utilización del Corn Craker aumenta el costo en aproximadamente un 18%. Por lo tanto será importante, sólo en los casos en donde el grano no quedo lastimado o aplastado, pagar un plus por el partido de los mismos.

Dimensionamiento Todas las opciones para hacer silo, tanto silo puente o bunker y silo embolsado son buenas alternativas de conservación. Al confeccionar silo puente o bunker, se deberán considerar varios factores para evitar o minimizar las pérdidas de materia seca. “Durante mis recorridas a campos, observo permanentemente gran cantidad de silos con formas y tamaños diferentes, extracciones laterales, frentes sobredimensionados, etc. En estos casos, la exposición del material  al oxígeno permanece por varios días e incluso más de una semana. Son muy pocos los casos en donde la remoción del frente se realiza cada uno o dos días, como aconsejan varios autores que se ocuparon del tema, y quedó demostrado ser el manejo correcto”, apunta el ingeniero Piñeiro y añade: “Creo, que en silajes, hoy más que nunca, llegó el momento de aplicar tecnologías de procesos en la confección y ocuparse de la capacitación del personal. En el primer caso, nos corresponde a los técnicos especializarnos más en temas afines y en el segundo, debemos tener la capacidad de transmitir y hacer tomar conciencia a todos los involucrados, de que cada kilogramo de silo que no se transforma en carne o leche, es dinero que se deja de ganar”.

Un ejemplo de tecnología de procesos es el dimensionamiento del ancho del silo para un correcto manejo de la cara expuesta. Veamos un ejemplo práctico: si debemos alimentar 200 vacas en ordeñe (VO), que consumen en promedio 15 kilogramos netos de silo por día, deberemos seguir los siguientes pasos para determinar el ancho del silo, y así, minimizar las pérdidas.

Los pasos que se deben seguir para un correcto dimensionamiento del silo son: 1- Determinar la cantidad de animales y/o categorías que consumirán el silaje. 2- Determinar la cantidad de silaje a consumir por cada animal (Kg silaje/animal/día). 3- Calcular el consumo ofrecido considerando un 85% de aprovechamiento. 4- Calcular la cantidad de silaje a extraer diariamente (Kg silaje/día). 5- Determinar la altura del silo, que estará en función del método y/o la maquinaria de extracción disponible en el establecimiento, y las posibilidades de cumplimentar lo necesario por parte de su contratista de confianza. 6- Determinar la profundidad de extracción con el objetivo de que el frente no esté expuesto más de 24 a 48 horas. 7- Calcular el volumen diario a extraer. 8- Finalmente, calcular el ancho

Tener un frente que no supere las 24 a 48 hs de exposición al aire  es necesario, ya que tiempos mayores provocan oxidación de la materia seca (MS) deteriorando su calidad y disminuyendo su cantidad. Se mencionan casos de 40% de pérdidas debido a la difusión del oxígeno en el interior del silo.

Tapado de silos puente o bunker El tapado, a diferencia del dimensionamiento del silo, es una tecnología de insumo, que justifica ampliamente su aplicación, como veremos en el siguiente ejemplo. Está demostrado que en los primeros 50 centímetros de un silo puente se pierden por completo 20 centímetros por no tapar.

Otro aspecto de importancia, es que no sólo las pérdidas de material ensilado son importantes por no tapar, sino que al ingresar el agua de lluvia, ésta diluirá los ácidos formados en el momento de la fermentación, permitiendo el desarrollo de clostridios y hongos, y si tenemos hongos, es altamente probable que tengamos micotoxinas con fuertes implicancias negativas en la producción.

Es importante destacar que la manta debe ser colocada inmediatamente después de que se termine de confeccionar el ensilado, además debe ser sujetada correctamente; normalmente se aconseja colocar un neumático por metro cuadrado.

El inoculado La inoculación de silajes poco a poco va ganando terreno en la producción ganadera. Mientras que hacia mediados de la década pasada apenas dos empresas comercializaban el producto, desde hace tres años vienen ingresando otros grandes actores en el mercado, atraídos por la creciente tendencia a la adopción de esta tecnología, que ya se aplica en el 25% de los silajes en el país.

“Los fabricantes de maquinaria agrícola han tomado nota de todo esto, especialmente Claas, la única marca que ha incorporado a todas sus picadoras de serie los equipos de aplicación”, destaca para Guillermo Piñeiro, técnico de Becker Underwood Argentina SA, la empresa que comercializa el inoculante Lactosilo desde el año 2005 en el país.

Según Piñeiro, las causas de esta tendencia tienen su raíz en la intensificación de los sistemas de producción ganadera y la búsqueda de una dieta estable. “En este contexto, ha cobrado relevancia el ensilado como un importante ingrediente de la dieta, y en este sentido, es fundamental su calidad”, señala.

El inoculado, según el especialista, permite mejorar la calidad y la estabilidad del silo, haciendo más eficiente la fermentación láctica. “Con este procedimiento se logra disminuir la pérdida de materia seca y la incidencia de hongos, además de permitir que el material esté preparado para ser consumido por los animales más rápidamente”, explica.

Los números que presenta Piñeiro resultan contundentes: “Hemos llevado a cabo varios experimentos con el producto, uno de ellos en el INTA Balcarce, y allí hemos logrado un aumento en los niveles de producción del 12% en leche, y un 18% en carne, mientras que en la Universidad de Villa María, tuvimos un aumento de peso del 22% en carne y mejoras en la producción del 6% en leche”, resalta.

En cuanto al valor de la tecnología, Piñeiro destaca el bajo costo relativo del inoculado, el que dentro del valor total del ensilado –considerando el cultivo, el picado y su protección– no supera el 3%.