Examinando el costo-beneficio en cultivos de verano
La campaña de verano 2012/13 presenta un panorama más promisorio respecto a los ciclos pasados para los cultivos. Juegan a favor los pronósticos del clima y la evolución de precios, disparados tras la sequía en EE.UU. Informe de Carlos Ghida Daza, del Grupo Economía de la EEA INTA Marcos Juárez (foto).
Por un lado las perspectivas climáticas se muestran positivas, y complementando esta situación favorable se agrega la proyección de precios agrícolas esperados, superiores a los promedios históricos, especialmente en cereales, debido a la actual sequía estival en el hemisferio norte, preponderante en EEUU. Por ello el promedio general de márgenes esperados muestra una leve mejora del 4% respecto a los resultados del ciclo pasado en similar época. Cabe puntualizar que la mejora responde al aumento del resultado esperado en maíz (16%) mientras que en resto de los cultivos la variación positiva es más leve. La actividad más eficiente es maíz y, en segundo término, soja de primera. Si se prioriza el retorno por peso gastado la soja de primera muestra la mayor competitividad, aunque si se considera el balance de nutrientes de ambas actividades surge una diferencia favorable a maíz con lo cual, con una perspectiva de mediano plazo que considere el aspecto ambiental, el cereal muestra aún mayor eficiencia. El doble cultivo de soja de segunda, incluyendo trigo con rendimiento promedio zonal, muestra un resultado intermedio entre maíz y soja de primera. A su vez, los resultados de sorgo granífero lo muestran como opción de interés en ambientes con condiciones de menor calidad de suelo. El maíz muestra, en el rango de rendimientos analizados, menor riesgo medido por el coeficiente de variación. Es importante remarcar el concepto de sustentabilidad agronómica y económica de la empresa rural. Para ello, a fin de disminuir el riesgo global se debe planificar la diversificación entre actividades y asegurar el precio mediante el uso de las herramientas de los mercados de futuros y opciones. El inicio de la campaña de verano 2012/13 presenta un panorama más promisorio respecto a los ciclos pasados. En este sentido se puede puntualizar que por un lado las perspectivas climáticas muestran indicadores positivos en la actualidad, con importantes registros pluviales en la zona núcleo durante agosto (mes históricamente escaso en lluvias) y, a la vez los modelos climáticos de mediano plazo indican, con alta probabilidad, el comienzo de un ciclo “El Niño” que aseguraría una buena productividad en cultivos estivales. Complementando esta situación favorable se agrega la perspectiva de precios agrícolas esperados superiores a los promedios históricos, especialmente en cereales debido a la actual sequía estival en el hemisferio norte, especialmente en EEUU (Muñoz, 2012). Por otro lado, como factores que frenan perspectivas muy optimistas se menciona la incertidumbre en la actitud de la demanda mundial ante esta suba de precios de commodities que afectarán el precio de los alimentos unido a la crisis financiera que se mantiene y frena el consumo. Por ello el efecto final en los precios internacionales no puede preveerse con exactitud aunque se espera, en la medida que la sequía en EEUU se mantenga, que los precios esperados se mantengan firmes. También actúan como factores de coyunturales cambios de precios hacia la baja la fuerte posición comprada de los fondos de inversión en el mercado de Chicago y los posibles cambios en la reglamentación de cortes de combustibles con bioetanol. Estos factores pueden actuar como moderadores de eventuales subas de precios de magnitud. En este contexto, es de interés considerar la situación económica esperada para la campaña 2012/13 de los principales cultivos estivales. Para ello se evalúan los resultados de soja, maíz, sorgo granífero y girasol en el área húmeda de la Estación Experimental del INTA de Marcos Juárez. Esta información continúa la serie histórica de análisis de resultados económicos en cultivos estivales que la Estación viene publicando desde el año 1979.
Evaluación económica 2012/13 En el cuadro 1 se muestran los paquetes tecnológicos modales empleados por productores con maquinaria propia en los cultivos que se trabajan en siembra directa.
Cuadro 1. Estructura del costo directo total por hectárea de implantación y protección de los cultivos
En base a la mencionada información se elaboraron los costos directos por hectárea y por cultivo. Para ello se utilizaron los costos de labores con maquinaria propia y los precios de insumos vigentes en la primer semana de agosto del corriente año (Márgenes Agropecuarios, 2012) (Cuadro 2).
Cuadro 2. Costo directo total por hectárea de implantación y protección hasta cosecha, considerando maquinaria propia (en $/ha). En el gráfico 1 se muestra la variación promedio que tiene cada rubro del costo operativo de los principales cultivos del cuadro 2 (promedio de maíz, soja de 1ª y soja de 2ª para el ciclo 2012/13 respecto al período 2011/12 )
Gráfico 1. Variación de precios de insumos entre los ciclos 2012/13 vs 2011/12
Entre ciclos el aumento del índice de precios mayoristas (IPIM) fue de 12,7 % por lo que el incremento real del costo directo fue del 17 %. La variación de costos se dio en forma heterogénea, de este modo el mayor crecimiento fue en el costo de labores, debido al incremento, en forma paralela de los componentes salariales, costo de combustible y precio de maquinarias. El resto de los componentes del costo siguió un comportamiento de suba mas homogéneo con excepción de los fertilizantes que subieron en menor magnitud por su dependencia con el valor del petróleo que, en el período bajó un 10% por el estancamiento económico global.
A continuación se evaluaron los componentes del ingreso. En primer lugar se analizó la evolución de los precios internacionales, para lo cual se muestra en el gráfico 2 la variación de la relación stock final /consumo de los mercados de soja, maíz y girasol en las últimas doce campañas y la actualmente proyectada para el ciclo 2012/13 (USDA, 2012)
Gráfico 2. Variación de la relación stock final /consumo a nivel mundial Se observa una situación actual ajustada en cuanto a stocks de reserva mundiales, especialmente en maíz y soja. De este modo, en maíz la relación stock / consumo (que indica cuanto del consumo mundial puede ser cubierto con los stocks finales) desde mediados de la década presenta valores marcadamente inferiores a los históricos que oscilaban en el 30 %, a su vez, la crítica situación de la oferta prevista para el 2012/13 hace que la relación esperada para la nueva campaña (14,3 %) sea la más baja de la serie reforzando la expectativa del favorable precio esperado. En soja la proyección también es favorable aunque en menor intensidad ya que la relación esperada (20,8 %) es levemente inferior a la histórica ya que se espera una alta producción del hemisferio sur en la nueva campaña con lo cual la demanda global sería satisfecha. Esto lleva a que el precio esperado no sea muy superior al valor histórico de la oleaginosa. En el caso de girasol la relación se mantiene en valores levemente inferiores a los históricos y su precio dependerá de la evolución del de los aceites los cuales siguen al nivel de actividad económica global.
A nivel nacional, en el cuadro 3 se muestran los precios esperados a cosecha para la campaña 2012/13 en pesos, considerando un tipo de cambio, expresado en $ /U$S, de 4,55. De este modo se indican para el promedio de las tres primeras semanas del mes de agosto de 2012 los precios esperados del Mercado a Término Buenos Aires de: maíz (196,46 U$S/t) para abril 2013, soja (323,02 U$S/t) mayo 2013, girasol (320 U$S/t) marzo 2013 y sorgo granífero (173,69 US$/t) para abril 2013. Descontando los componentes de los costos de comercialización y cosecha, se detallan los precios netos en establecimiento esperados para la nueva campaña.
Cuadro 3. Precio neto esperado en establecimiento descontados los gastos de comercialización y cosecha (en $ /quintal).
A pesar de la suba de componentes de los costos de comercialización (fletes y paritarias) estos, como porcentaje del precio del producto, disminuyeron levemente por los mayores valores de los granos. Seguidamente se determinaron los márgenes brutos por hectárea y por peso gastado para cada cultivo. Se utilizaron tres hipótesis de posible rendimiento según distintas condiciones climáticas para observar la variabilidad de los resultados. Los rendimientos medios de maíz y soja utilizados corresponden a los promedios trienales en el Dpto. Marcos Juárez (MAGyA Córdoba, 2011), mientras que en sorgo granífero y girasol se tomaron los promedios provinciales (Cuadro 4).
Cuadro 4. Análisis de costo beneficio para tres niveles de rendimiento por cultivo con manejo de siembra directa.
Se muestra, en el promedio general una leve mejora del 4 % respecto a los márgenes esperados el ciclo pasado en similar época. Cabe puntualizar que la mejora responde al aumento del resultado esperado en maíz (16%) mientras que en resto de los cultivos la variación no es significativa. La actividad más eficiente en los resultados proyectados es maíz y, en segundo término soja de primera. Si se prioriza el retorno por peso gastado –importante en situación de restricción financiera- la soja de primera muestra la mayor competitividad aunque, si se considera el balance de nutrientes de ambas actividades (Ghida Daza, 2011), surge una diferencia de $ 770 /ha favorable a maíz con lo cual, con una perspectiva de mediano plazo que considere el aspecto ambiental este cultivo muestra aún mayor eficiencia. El doble cultivo de soja de segunda, incluyendo trigo con rendimiento promedio zonal de 27 qq ha agregaría $ 918 /hectárea al resultado de la oleaginosa con lo cual mostraría también competitiva intermedia entre maíz y soja de primera la opción por el doble cultivo. Los resultados de sorgo granífero lo muestran como opción de interés en ambientes con condiciones de menor calidad de suelo. El maíz muestra, en el rango de rendimientos analizados, menor riesgo medido por el coeficiente de variación. Es importante mencionar la diferencia en el precio de los cultivos de verano entre la situación actual y la proyectada, esto se muestra en el cuadro 5. cuadro 5. diferencias entre precios actuales y esperados Del cuadro se muestra la diferencia en el comportamiento de precios esperados que favorece al cultivo de maíz respecto a las menores expectativas en oleaginosas, especialmente en soja. Cabe mencionar el problema que esta última situación produce en la fijación de contratos de alquiler que se están realizando en la actualidad y que, en general, usan el valor de la soja actual como referencia de pago al propietario. En el cuadro 6 se muestran alternativas de rendimientos de indiferencia (que cubren costos de implantación y protección y pago de alquiler en qq soja/ha) para distintos valores de contratos teniendo en cuenta la importancia actual del productor contratista.
Cuadro 6. Rendimientos de indiferencia para maíz y soja (q/ha)
El cuadro muestra la crítica situación actual del productor que alquila tierra ya que, en maíz, el costo total del contratista en promedio subió un 8,5 % en quintales de maíz y un 23,8 % en quintales de soja respecto a la pasada campaña. De este modo, considerando un pago de alquiler de 18 q/ha de soja el costo total en maíz equivale al 86 % del rendimiento medio esperado y en soja al 94 % lo cual aumenta el riesgo del productor que alquila en el caso de la oleaginosa. Una forma de medir el posible riesgo de las actiidades consiste en realizar simulaciones de márgenes considerando la variación histórica de los precios y rendimientos de maíz y soja en la última década (máximos, mínimos y medios). De esta forma, utilizando estos parámetros y considerando una distribución de probabilidad (triangular) se obtienen un determinado número de repeticiones (en este caso 500). Cada una de ellas representa posibles situaciones de precio y rendimiento, considerando los costos actuales se llega a obtener una serie de márgenes en situación de productor propietario y arrendatario, en este caso considerando el pago de un alquiler anticipado de 18 q /ha de soja. El resúmen se muestra en el cuadro 7.
Cuadro 7. Parámetros de la simulación para evaluar el riesgo
Del mismo se muestra el alto riesgo en las actividades realizadas bajo este esquema de alquiler ya que , en el promedio muestran margen negativo además de una elevada variabilidad que se indica en la última columna con el coeficiente de variación. Cabe aclarar que, en los gráficos de probabilidad acumulada, que se presentan en el anexo, en el 75 % de los casos en maíz se observan márgenes negativos y, en soja en el 55 % de los casos. Consideraciones finales Teniendo en cuenta las positivas expectativas climáticas y económicas para la nueva campaña 2012/13 surgiría, en principio, una proyección de un importante incremento en la producción agrícola nacional. A pesar de ello los factores desfavorables a nivel internacional (posible retracción de la demanda para alimentos y biocombustibles por el alto precio mas el mantenimiento de la recesión global) unido localmente a las dificultades financieras de productores y contratistas luego de la magra campaña pasada, pueden incidir en el menor uso de tecnología y dsiminuir la elección de maíz por su elevado costo. De esta forma, aunque se espera un aumento en la producción agrícola total, es probable que una parte importante de dicho incremento se de nuevamente en soja y, en menor medida en maíz. Es importante remarcar el concepto de sustentabilidad agronómica y económica de la empresa rural. Para ello, a fin de disminuir el riesgo global se debe planificar la diversificación entre actividades y el uso de las herramientas de los mercados de futuros y opciones. De este modo, por ejemplo, se puede asegurar antes de la siembra el buen precio esperado a cosecha en maíz o tomar opciones de compra (call) en soja esperando posibles subas del precio en cosecha.
Informe de Carlos Ghida Daza, del Grupo Economía de la EEA INTA Marcos Juárez (foto).